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LIBIDO (COMPLETA)

Capítulo 70

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Al despertar por la mañana, fue muy cariñoso conmigo, Jaxon me consintió dándome besos y abrazos el cual correspondí. Aseados, bajamos al comedor principal para desayunar. Mi plato aún sigue sin ser tocado por el tenedor; mi mente sigue vagando en tomar la decisión de quedarme en Canadá para seguir con el negocio de mi madre o regresar a Alemania. Es una decisión difícil, lo más probable es que regrese; el motivo es fácil, no sé nada de administración y quedarme aquí en Canadá significa estar sola rodeada de tantos lujos que no necesito y también implicaría dejar a Jaxon. Dejo de pensar al sentir su cálida mano sobre la mía. — ¿Qué te sucede, amor? —se percata de mi falta de atención. —Estoy pensando. —Eso lo sé —dice con obviedad — ¿Qué estás pensando? —No sé si tomar el mando de la empresa de Crocosmia. —Nena, te dije que aceptes. No es difícil administrar una empresa, es estresante pero no es difícil. —No me siento preparada para eso —confieso. —Sé que es nuevo para ti y será complicado, pero tendrás a personas que te ayudarán. —No es eso —dejo caer la cuchara en el plato —. Es entender todos los números que tienen esos papeles y saber manejar al personal. Ser un líder no solo es mandar, es comprender y ser equitativo. —Nena, no te asustes tu sola. Solo te complicas las cosas y te haces insegura. —No lo sé —aun no me siento convencida de quedarme. — ¿Te quieres quedar aquí? Comprendo su pregunta. El no saber administrar una empresa lo uso de pretexto, él como yo, sabemos que puedo lograr administrar la empresa y mucho más; lo importante aquí es si quiero dejarlo. —No quiero quedarme aquí, no me gusta este lugar —confieso. —Estas dejando una oportunidad muy grande —trata de hacerme comprender. —Prefiero tener poco y ser feliz, que tener dinero y ser miserable sin tener a mis amados a mí alrededor. —Ok, es tu decisión, la respeto. Sabes que te apoyaré en todo. —Gracias —tenerlo aquí conmigo me hace feliz. Le sonrió y le doy un pequeño beso en sus esponjados labios. —Nena, tengo que regresar a Alemania. No puedo quedarme más tiempo aquí, los proyectos no puedo atrasarlos —avisa. —Entiendo, debes regresar. No puedo detenerlo que se quede conmigo hasta que arregle los asuntos de mi madre. Tiene trabajo que cumplir. —Tengo que ir a la empresa hablar con Lucas. —Te acompaño —se ofrece

—No es necesario, es mejor que te quedes a descansar, el regreso a Alemania va hacer cansado. —Nena —insiste. —Quédate, no tardaré. Me levanto de mi lugar y subo a la habitación para lavarme los dientes. Agarro mi bolso y salgo con dirección a la empresa. Mi idea era tomar un taxi, pero el chofer de la casa no me lo permite y él me lleva. Entro al edificio y de inmediato soy aceptada por Ethan, me saluda con un beso en la mejilla y le sonrió. «Si Jaxon hubiera venido, en estos momentos Ethan estuviera en el hospital. » Después del saludo me lleva a la oficina principal, la de mi madre. — ¿Ya tomaste tu decisión? —dice al cerrar la puerta. —Aun pienso es eso. —No lo pienses mucho. Todo esto es tuyo, no lo dejes ir —abre las manos dramáticamente para referirse a la empresa. En ese momento entra Lucas haciendo presencia, pasamos a los sillones de piel y nos sentamos; de la misma manera me pregunta si ya tomé una decisión. —No estoy segura. Ambos hombres me ven en descuerdo con mi respuesta. —Perdón por entrometerme en su vida señorita Hoffman, pero el señor Clark no le permite quedarse —su pregunta es directa que de inmediato me niego. —Que tonterías. No, al contrario, él me apoya. —Entonces, ¿qué le impide no hacerlo? Parce que Lucas en verdad quiere que acepte lo que mi madre me heredo. —Soy feliz en Alemania. Me gustaría tomar el puesto de mi madre y sacar adelante todo su empeño y dedicación en esta empresa, pero no me quiero quedar aquí, sola —me sincero. Lucas escucha con atención mis palabras. Se pone pensativo y después de unos segundos me da una posible solución. —Hay una solución. El escuchar sus palabras me dan esperanza y pongo completa atención a lo que dirá. —Usted puede tomar el mando de la empresa desde Alemania. No tendríamos ningún problema en que se construya un despacho allá. Ethan y yo podemos cuidar de la empresa desde aquí; la mantendremos al tanto de la situación y por supuesto no haremos nada que no esté aprobado por usted. ¡Bingo!. Eso es lo que necesito, necesitaba a alguien me que diera opciones. Gracias Lucas. — ¡Sí! Eso me agrada más. No tendría ningún conveniente en aceptar se la directora de Crocosmia

La idea me emociona. No quería decepcionar a mi padre, pero tampoco dejar a Jaxon. Es la mejor solución que he escuchado. —Bien señorita Hoffman. A partir de ahora usted es la propietaria de Crocosmia. Es un honor trabajar para usted. Lucas y Ethan se levantan de su lugar, hacen una reverencia y de igual manera me inclino. Después de comer con ellos, regreso a casa encontrando a Jaxon arreglando su equipaje. — ¿Terminaste? —pregunta al verme entrar. —Sí… Ya te vas —pregunto —Si, mi vuelo sale en la noche. En dos días es la pasarela y tengo que estar presente. —Entiendo. — ¿Y qué decidiste? —puedo notar la intriga en su rostro, desaparecí toda la mañana firmando papeles y muchas cosas relacionado con la empresa. Aunque sus palabras me alienten diciendo que me quede en Canadá también puedo notar que le preocupa que regrese a Alemania sin mí. Sin contener mi alegría lo abrazo y lo miro a los ojos encontrándome con ese hermoso gris que los caracteriza. —Espero que hayas comprado mi boleto de regreso a Alemania. Su hermosa sonrisa se ancha y se refleja en su rostro dándole un brillo excepcional. —Aun no los compro —dice con alegría. Y sin poder detenerlo me abraza y besa mi frente; también le doy un beso pero en sus labios. —Tranquilo, Lucas se encargó de eso, nos iremos en el yate privado de mi madre. — ¡Wow! Que lujo. —Prepararé mis cosas para regresar juntos. Sin contenerme lo beso de nuevo con más intensidad y pasión; él acepta mi beso dejándome sin aire en los pulmones. Me doy la vuelta para buscar mis cosas, pero Jaxon me toma de la mano y me jala para quedar pegada a su cuerpo; cuerpo con cuerpo retándonos con la mirada. —Aún hay tiempo, quiero hacerte el amor. Solo rio ante su propuesta. No me da tiempo de responder y me eleva, enseguida enrollo mis piernas en su cintura… Caemos a la cama y con la lujuria recorriéndonos por las venas nos denudamos contemplándonos uno al otro como siempre lo hacemos. Nunca me cansare de admirar al increíble hombre que tengo a mi lado. La habitación se llena de nuestros gemidos y de ruidos obscenos del golpeteo de nuestras pieles. Nos dejamos llevar por el placer que nos envuelven cada vez que nos hacemos el amor demostrando lo mucho que nos necesitamos y queremos. Con el pasar de los minutos nuestros cuerpos se cubren de sudor y nuestra respiración se descontrola logrando alcanzar el punto máximo del placer. Jaxon Clark han cambia mi vida, mi perspectiva, mis pensamientos, mis metas, todo. Pero de lo que estoy segura es que quiero hacerlo y lograrlo con él a mi lado