Narrador. Charlotte lo miró por el rabillo del ojo y empezó a llorar, se le daba perfecto—Yo solo quise que me cortejara, salir a comer un helado y eso te da el poder para humillarme y depreciarme, solo busco enamorar a mi esposo que vea que no soy como las demás—, Karim claro sabía que eso era todo un teatro podía oler sus emociones, y se mordió el nudillo de un dedo de su mano izquierda para no reír. —Bien, enamórame Charlotte, pero de otra manera menos imprudente, ahora ya calma esos lloriqueos que no soporto escuchar los llantos—, le propuso, para hacerla dejar de fingir y ella de todos modos no se detuvo porque entonces sintió ganas genuinas de llorar. —¿Y ahora porque lloras? —Quiero ver a mi madre, ahora que fingí llorar me acordé de ella y la extraño, esta vida es tan distinta para mí, tú eres tan raro, tan lleno de secretos, tan frío. —No pudo seguir hablando, se lo impidieron unos fuertes hipidos que asustaron a Karim porque pensó que acabarían convirtiéndose en sollozos, de modo que la acercó a su lado con una mano sin dejar de manejar y la envolvió entre su brazo haciendo que descansara la cabeza en su pecho para reconfortarla y que se tranquilizase. — Después de la fiesta prometo que te llevaré a tu casa, pero no es bien visto, la mujer nunca debe visitar la que alguna vez fue su casa, si no es porque es echada por el esposo, ya que cuando se casa pasa a ser de otra familia y rompe los lazos que la atan a su antigua vida— a pesar de que esa nueva regla le desagradaba menos que las anteriores ella se relajó. —Si existe un manual para tantas reglas, por favor compra uno para mí ya no puedo agendar en mi cabeza tanta información— dijo con su tono divertido y se acomodó más en ese formidable pecho. «Qué bien se estaba» Se planteó la posibilidad de echar unas lagrimitas para conmoverlo, pero al final decidió que era mejor no llorar; no quería parecer una histérica y que por llorona la dejara. Simplemente, cerró los ojos durante unos segundos hasta que consideró que se estaba recuperando. Y a regañadientes se apartó de él. — ¿Ese hombre es un atacante o qué? — él negó, a esa mujer nada se le pasaba por alto. —Un asesino de mujeres— ella abrió los ojos como quien dice de la que me he salvado. A Karim la imagen de Charlotte, despeinada, con la cara congestionada y los labios ligeramente abiertos, le resultó muy cómica

Pero se cuidó mucho de reírse. Después de todo, le estaba mintiendo por su propio bien y sintió una inmensa ternura al mirarla. —A Charles se le ve bastante feo ese bigote —bromeo, rozando con sus dedos unos mechones de pelo que se habían soltado. —No lo creo, más bien yo estaba guapo, tú tantas tonterías porque no te vean cariñoso con un macho y ese hombre bellísimo es gay y me coqueteó con descaro, solo eres tú y tu grupo incluyendo a mi padre los machistas retrógrados, porque obviamente, estamos en el siglo XXI. «Charlotte y sus lógicas» pensó escuchando su discurso sobre lo machista que son. —Charlotte, te pediré algo encarecidamente, no comentes con nadie absolutamente nada de esto. —¿Por qué? —Charlotte pensó que le diría algo respecto a él y su extraña vida paralela. «Quizás ese hombre precioso, pero descarado es otro lobo» —Porque ya todos te dan por loca, si ahora dices que vestida de hombre un homosexual coqueteó contigo en plena ciudad a la vista de cualquiera, te ataran con camisa de fuerza y te lanzaran a un manicomio y quizás entonces dejes de causarme problemas—, Charlotte abrió la boca y cruzó los brazos. —Yo solo quería comer un helado contigo en un lugar público sin que cargues a tus cabras locas, pero eres imposible y quizás tengas razón y si, estoy muy loca, porque quería darte una oportunidad, aun cuando no soporto compartirte, odio mi vida tanto que creí como tonta que si demostraba ser discreta y capaz de guardar un secreto entonces confiarías en mí. —Hablas sin sentido, no entiendo, de qué discreción hablas, eres un escándalo con patas. —A sí, aquí el único que tiene patas eres tú, yo soy una persona, no un animal, bruto. Mientras que en la manada uno de los lobos antiguos empezó a sospechar que esa actitud tan benevolente de su alfa no era muy común y más, después de perder a su luna, Karim se había vuelto un ser con un corazón de hierro que, claro, no descuidaba a su pueblo, pero igual el Karim que conoce lo creyó incapaz de recibir el dolor por esos cachorros. —Ustedes informaron que nuestro rey había encontrado a una humana que causaba su interés, entonces qué ha sucedido con dicha mujer, ¿es fértil?, — indagó ese antiguo que estando Karim presente no se atrevería a emitir una sola palabra por el temor que le tiene a ese alfa que a pesar de nacer miles de años luego que él puso el mundo en orden matando a todo aquel que se sublevaba ante su monarquía, únicamente algunos lobos que supieron agachar la cabeza y bajar las orejas

—El rey quiere divertirse un poco más, eso es todo o debo decirle que un antiguo exige, rapidez—, el lobo negó aterrado cuando Mohamed, como beta en representación de su alfa, le dijo con voz espeluznante, usando su fuerza de beta real.   Los cuatro lobos antiguos nacidos antes de la profecía se miraron. —Si ese es el único problema, no hay por qué crear un alboroto de esta simple pregunta— respondió uno con voz trémula y Mohamed sonrió satisfecho, ese antiguo con su desesperación le quitó el peso de tener que dar explicaciones, unas que tarde o temprano debía de saber su pueblo y dependiendo la decisión del alfa sabía que sería difícil o rodarán muchas cabezas para que dejen que una humana pueda vivir entre lobos. Estaban reunidos en el palacio del rey cuando todos salieron y Mohamed salió junto a ellos, lo hacía de burla más que de cortesía. —Espero que el rey tenga una rápida diversión. —Habrá el link y manifieste sus deseos—comentó sarcástico y los cuatro lobos se apartaron no muy convencidos y mostrando desagrado, porque la sola idea de que una humana, los pueda gobernar como regente, eso no es aceptado por un macho. #Ni los hombres humanos dan poder a las hembras# le dijo uno a otro mediante el link, todos con un mismo pensar. Aceptaban a Karim por la profecía y bueno porque era eso o morir bajo sus garras, pero ya aceptar que una mujer débil entre a su territorio eran cosas distintas y uno de ellos que tenía la premonición de futuro, vio a una mujer junto a su alfa. Mohamed se acercó a los nuevos cachorros que recién habían tenido el ritual, entrenaban intensamente, se notaba que tenían deseo de ser buenos líderes, fuertes y aplicados, entonces la pequeña loba gama le causó cierta curiosidad, la miró, había algo que no deducía en ella. La chiquilla también lo observó y se fue acercando a él olfateando el aire y cuando estuvo a una escasa distancia bajó la cabeza: — disculpe beta es que usted huele distinto, me parece que su aroma es muy dulce— él tragó con dificultad y la volvió a mirar, pero negó. Había visto nacer a esa pequeña gama, claro que sabría si es su pareja destinada, ya Karim tuvo a Mirza. —Creo que es usted mi mate, debo reclamarlo— la loba se aproximó y Mohamed dio varios pasos atrás, alejándose, aún no podía creer que eso fuera cierto, incluso pareció que la cachorra bromeaba con él