Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)
Capítulo 69

— Sabes. —comenzó a decir recordando—. Cuando comenzaron las clases fue increíble, ya sabes los profesores, compañeros y todo eso —suspiró con ilusión — Eres de las pocas ñoñas a las que le encanta estudiar — Eso no es lindo, no digas cosas pesadas frente a tu bebé — ¿Algún profesor sensual? —preguntó ignorando su comentario — Si, varios pero no todos me dan clases así que no podrás ir a mirarlos, conozco esa expresión Mikaela — Bueno y Niki, está tranquilo con su prometida rodeada de hombres mirones y con un solo objetivo en mente ¿lo está? — La primera semana me encantaba que me llevara hasta la cafetería, bebíamos un café y se despedía — Que romántico — No te burles —protesta — ¡Lo dije en serio! Mal pensada — Oops, perdón señora Mikaela, últimamente ya no eres dulce y cariñosa — Dime más y no, ya no lo soy — Me dejaba en la universidad y me recogía, hasta que me di cuenta que lo hacía para que no me fuera con mis compañeros, lo pillé discutiendo con un profesor y casi me muero, usó su cara amenazante y su altura para señalarlo con el dedo y prohibirle acercarse a mí, está loco o eso creía, le prohibí ir a buscarme por el bien de ambos, para no discutir por celos — ¿Cuál fue el trato? — Estás muy segura que hubo uno —fingió que no lo había, pero la sonrisa casi la delata — ¡Lo hay! Ya no me hagas sufrir Dani ¿qué le propusiste a cambio de libertad? — Sexo en la ducha antes de ir a la cama — Demonios, ya quiero que esta pulga regordeta nazca para recuperar el tiempo perdido ¡tengo envidia! — Pobre Leo, estas desesperada — Cierra la boca, todo lo que hacen tú y el guapo es fornicar como animales — Lenguaje Mika —vuelve a regañarla — Espera a que nazca para regañarme por eso, necesito maldecir es mi última oportunidad — Espero que seas suuper cariñosa, esta Mika, malhablada se está pareciendo a su abuela — ¡Que insulto! Mi abuela es una grosera —se quejó cruzándose de brazos — Es ruda y divertida —comenta Danielle, recordando a la señora — No, no lo es, contigo es linda, a mí me trataba como a un niño — Es que de niña eras taaan llorona, te miraban con el ceño fruncido y ya llorabas a mares desconsoladamente — Solo era sensible —se queja como niña pequeña — Bueno, ya tengo los vestidos —anunció para acabar con el tema o lo discutirían eternamente y sabía que solo acabaría con incontables recuerdos de infancia que involucraban a su abuela poco común y muy joven — Espera, aun no me dices cómo lo haces para ir a la biblioteca o estudiar, hacer trabajos y esas cosas porque ya dejaste claro que Niki, es un celoso de primera — ¡Dios! Tengo que decirle a Leo que te saque a pasear, qué chismosa — Escoge un vestido más y respóndeme, quiero saber todo lo que haces después de clases — Tengo trabajo después de clases, ocasionalmente sexo pero eso lo dejo para la noche y las mañanas y entre cases, el resto del día soy una estudiante promedio que trabaja y ya — ¿Cómo lo toma el señor Allen? — Solo han sido un par de veces, llevo solo 2 meses de clases pero tengo que llevarlos a la casa o al hotel —explica mirándola a los ojos—. Pero vamos a la biblioteca como la gente común, no siempre veo a Nic, después de clases es por eso que me “visita durante la mañana” o al mediodía — Vamos Dani, cuéntame algo jugoso — Tuvimos la primera pelea —suspira, no se lo había dicho a nadie—. El idiota me compró un auto cuando me robaron el celular en el bus, solo fue una estúpida drogadicta que me empujó y se llevó mi bolso, por suerte solo llevaba cuadernos, pero la perra se quedó con mi pluma favorita — ¡Oye, no me contaste eso! ¿A qué hora pasó? ¿Dónde andabas? Con una media sonrisa Danielle, tomó asiento en la poltrona cerca del armario de su amiga y la observó con nostalgia, su vena maternal había finalmente aparecido, la extrañó, aunque en el pasado solo bromeaban cuando Mika, se mostraba protectora y maternal. Ahora la sensación junto con verla sentada en la cama acariciándose la panza le produjo un cálido escalofrío
— Era tarde, iba de regreso del trabajo después de un largo día, me estaba quedando dormida en mi asiento y no me di cuenta que me miraba, un chico me lo dijo después que todo sucedió, la loca me estuvo siguiendo desde que subí al bus — Te mato ¿qué hora era? No puedes andar sola en la calle y en autobús — Tal vez medianoche —murmuró sabiendo exactamente la respuesta — Danielle — Tuve el primer examen y un evento complicado para una señora ricachona quisquillosa y vegana que dudaba de todo, tengo cuidado con esas cosas pero ella no se fiaba de nadie, fue exasperante — Pero burra —se quejó preocupada—. Eso es lo que eres, una mujer no puede andar tarde en la calle, menos sola y tú amiga eres hermosa y con curvas asesinas — No exageres — Oye ¿qué pasa con eso? No te pongas tímida, tienes que estar orgullosa de lo que tienes y bien puesto, agradece que no estas embarazada, mi culo se hinchó tanto como el de esas perras Kardashian, es grotesco y mis tetas llenas de venas azules de lo recargadas de leche o lo que sea, soy un monstruo así que cuídate o yo misma hablo con el señor del hotel y te ponemos un guardia — Ya Mik, solo siento que estoy un poco gorda o ancha. , no sé — Es difícil acostumbrarse Dani, estuviste mucho tiempo flacucha y ahora ya estas sanita, te ves linda — Ya no te pongas mamá o no podré contarte como tuvimos sexo en el maldito auto nuevo — ¡Dani! —gimotea—. No juegues conmigo, no seas malita sabes que me muero por un rico polvo con el bobo de mi esposo que no será tan atractivo como tu Niki pero es delicioso como la copa de helado más grande de la vía láctea — Glotona —bromea con cariño — Bueno dime cómo fue la pelea y cuándo fue que no me contaste — Tal vez una semana. Me gritó tan fuerte, cuando llegué a su casa, ni siquiera pude abrir la puerta porque él, lo hizo, usó esa cara suya de mando con la que intimida, me llamó irresponsable por llegar tan tarde y me enfadé mucho, dejé que se descargara y cuando se sintió satisfecho lo mandé a la mierda, le dije lo que me pasó y por supuesto que le advertí que si volvía a gritarme así las cosas iban a cambiar, puede que haya cometido un error pero no fue mi culpa, podría haber ocurrido a cualquier hora y donde sea, no solo en el “autobús” a otro con ese cuento, sé que le molesta que su prometida viaje en transporte público, lo sé porque lo conozco, es pretencioso y ese fue el motivo perfecto para hacer lo que hizo — Si, suena a idiota decir que los pobres viajan en autobús, pero se preocupa — Si, de su imagen, no puedo hacer nada sin obtener su aprobación y eso está realmente hinchándome las pelotas que no tengo pero juro que siento Mika — ¿Qué dice? — Se queja de mi ropa, no será toda de diseñador pero es bonita, ni que fuera por la vida vestida con una bolsa de basura, mis zapatillas son cómodas, tengo que estarlo para trabajar toda la tarde y tampoco es que pueda ir en bus con tacones — Puede ser tu prometido o el importante hotelero del momento pero con la ropa de una chica no se juega ¡ahora yo estoy enfadada! — Me ofende un poco, aunque lo entiendo, sé que todos están pendientes de lo que hace y de mí pero puede ser más lindo para decírmelo, me hace sentir poca cosa —confiesa apenada — Oye no, y viaja en bus si quieres hacerlo, pero nunca más de noche, llámame si quieres, de todos modos mis noches son eternas sin sexo aunque no sé qué es lo que te gusta tanto de esos cacharros — Me gusta ver a la gente, ponerme los audífonos y relajarme sin tener que preocuparme por conducir, hay tanto idiota con licencia — ¡Se creen Mario Kart los tarados! —le dio la razón en eso — Claro —ríe divertida—. Pero menos geniales —sonrió al imaginar el video juego — Dani, sabes cómo es, Niki, te cuida y apuesto que como era tarde y tu sin celular se puso histérico por saber dónde te encontrabas, estoy de su lado en cuanto a la preocupación pero es odioso, así lo conociste y no va a cambiar amiga así que debes pensar en algo que lo calme, un truco, manipúlalo un poquito — ¿Que le mienta? —estaba confundida — No amiga, pon ojos tristes, tócate alguna parte del cuerpo que sea su debilidad
, mm un mechón enredado en tu dedo, distracción y se va a calmar, yo lo hago con Leo y el sexo para evadir una pelea es bastante rico, intenso porque querrá hacerte pagar por preocuparlo y uff, que me da algo —acabó abanicándose con ambas manos— Voy a considerarlo —ríe divertida pero considerando el consejo de su amiga— Te fuiste al apartamento supongo, después de la pelea — Claro que lo hice, no iba a dormir con él, después de aguantar sus gritos además estaba enojada y quería llorar y no iba a dejar que me viera así que di media vuelta y me fui y en autobús — ¿Qué hizo Niki? —preguntó preocupada — Me gritó otra vez, me advirtió que si estaba pensando en “largarme” no sería en autobús, lo ignoré o bien no dije nada porque es muy difícil ignorarlo y menos enojado— ¿Y aun así pudiste irte?— Me siguió y creo que tuvo su primer viaje en transporte público, el pobre es tan alto que las piernas no le entraban en el espacio de los asientos, y no dejó de enumerar los posibles riesgos de ir allí y señalar a la gente por su aspecto, fue muy obvio que no pertenecía a ese entorno, pero ni lo miré, estaba concentrada en calmar mis emociones, soy una llorona, la terapia me ha vuelto súper sensible — ¿Lo dejaste entrar al apartamento?— Tiene llave, me las quitó un día y les hizo copias— ¡No te creo! —rió a carcajadas—. Dime cómo acabó la noche ¿siguió enfadado?— Lo dejé fuera de la habitación pero esperó a que me durmiera para meterse en la cama y no para abrazarme o algo medianamente “tierno”, no cabe en el sofá y es el único lugar del apartamento que no le desagrada — Vaya ese hombre te ama y necesita a montones, por supuesto que quería ver si estabas bien…, a su modo, claro — Y yo también a él, pero no me gustó lo que hizo, me da igual el auto de súper lujo que se atrevió a darme, de hecho me da miedo usarlo y hacerle algo. , pero no se preocupó por mí, me asusté cuando esa callejera me empujó y me quitó mis cosas, solo quería un abrazo. , y Nic, solo me dio gritos— Oh Dan-Dan A la velocidad de una gran embarazada Mika, llegó hasta su amiga y con cuidado de no aplastarla con su panza la abrazó con cariño reconfortándola con caricias en su cabello, sabía que eso la relajaba